Al hilo de…
No se trata de poner sordina a nadie, cada cual puede denunciar, alto y claro, lo que considere un atropello y expresar sus ideas según sus convicciones sociales, políticas o religiosas.
Lo que no se entiende muy bien es que al hacerlo se tenga como núcleo argumental la necesidad de acordarse, de mala manera, de la madre de la persona o colectivo con el que se discrepa, como tampoco es de recibo lo que se dice en el chat de un grupo del que omito su nombre y del que los medios nos tienen suficientemente informados, que además de aquello quieren acabar con veintiséis millones de españoles con los que disienten.
Es sorprendente que entrado el siglo XXI exista alguien que no se haya enterado de la inutilidad de tan diabólica propuesta, que tras la experiencia de siglos no sepa que los fusiles acaban con la vida de las personas, pero no con las ideas.
Al hilo de estas reflexiones me viene a la memoria la estrofa final del soneto “Poema de guerra para pedir la paz” que debemos al poeta extremeño José Iglesia que el pasado mes de octubre nos lo arrebató la pandemia.
“NADA IMPORTA QUE LADREN SUS LEONES.
SI SE CALLA MI VOZ, QUEDA MI VERSO.
UN VERSO SUENA MÁS QUE MIL CAÑONES.”[i]
[i] De su libro “En esta Soledad del día” Poema dedicado a Miguel Hernández
Etiquetas: Reflexiones
marzo 17, 2021 a las 11:00 am |
Antonio, te he enviado un mensaje a través del messenger de facebook, te agradeceria le dieras la atenciön posible.
Muchas gracias,
Guilhermina Gale Moreno